El pasado jueves 25 de marzo se celebró en Madrid el Primer Congreso de la Infancia y Adolescencia, organizado por el Colegio de la Abogacía de Barcelona, el Colegio de la Abogacía de Madrid y la Plataforma de Familia y Derecho. En dicho congreso se trataron temas relacionados con el derecho de familia con el objetivo principal de reivindicar la especialización judicial en los asuntos de infancia, adolescencia y familia, analizando rigurosamente la protección de niños, niñas y adolescentes en los diferentes procesos judiciales
Sonia Álvarez, Abogada de familia
Las diferentes ponencias contaron con la participación de un amplio elenco de ponentes, todos expertos en el ámbito de derecho de familia. Si hubo alguna cuestión en la que abogados, magistrados, peritos, psicólogos y periodistas estuvieron de acuerdo fue en la necesidad urgente de conseguir la especialización en infancia, familia y capacidad. Durante el congreso, los ponentes expusieron las diferentes razones por las que abogar por la especialización, entre ellas destacó la necesaria igualdad en el acceso a la tutela judicial efectiva de cualquier ciudadano en cualquier zona del territorio nacional, trabajar con servicios auxiliares y de apoyo usando métodos novedosos como las Cámaras Gesell y la defensa y protección integral de los niños, niñas y adolescentes (NNA) frente al conflicto de ruptura de sus progenitores.
En todas las conferencias se acordó que los NNA tienen que ser la prioridad de ayuda y protección. Los operadores jurídicos concluyeron que no debería permitirse que los progenitores sitúen a los hijos en medio del proceso judicial ya que acaban convirtiéndose en víctimas inocentes del daño.
Según se expuso en diversas ponencias, en España, de los 5400 juzgados existentes, sólo 143 son específicamente de familia. Es una cifra considerablemente reducida dado el volumen de crisis familiares y de capacidad que se producen cada año en España.
Una de las principales propuestas que los participantes aportaron en la conferencia es formar a jueces y especializarlos en derecho de familia a la vez que crear juzgados de familia para que todos los ciudadanos tengan el derecho de acceder al juzgado más cercano a su domicilio, descargando al resto de juzgados de esta competencia y redistribuyendo el trabajo.
En este primer congreso de la infancia y adolescencia se promovió la creación y utilización de recursos válidos para evitar la judicialización del conflicto. Se hizo hincapié sobre todo en el ADR de la mediación, técnica usada en otros ámbitos del derecho, pero poco explorada en derecho de familia.
En conclusión, todos los operadores jurídicos (abogados, magistrados, fiscales, equipos técnicos, peritos, psicólogos y periodistas) insisten en la necesidad de una jurisdicción especializada en familia, infancia y capacidad. Por otra parte, los políticos manifiestan que tienen que valorar las propuestas, pero la realidad es que en la práctica no existe una voluntad política real y efectiva. El movimiento se demuestra andando, y tanto la ciudadanía como todos los participantes en el ámbito de familia seguimos esperando que el legislador haga realidad esta jurisdicción.
